La temporada pasada acabó con unas cifras impresionantes para los dos históricos de nuestro fútbol: el Barcelona fue campeón con 99 puntos y el Real Madrid quedó segundo con 96. Sin embargo, lo verdaderamente asombroso son los 25 puntos que separaron al equipo de Chamartín del tercer clasificado, el Valencia. 25 puntos que pueden verse aumentados en la clasificación del año que viene, si los fichajes se siguen sucediendo en el mismo sentido en el que lo están haciendo en lo que llevamos de verano.
La marcha de Villa es algo que no sorprende a nadie, puesto que era difícil mantener al delantero con más hambre del momento en un equipo que no es campeón. Además, el movimiento resultó incluso positivo para el Valencia. Sacó un buen pellizco y se trajo a Soldado, que lejos del nivel del guaje, es un delantero que promete mínimo 15 goles por temporada y que podría contribuir a mantener el estatus Champions en el que el Valencia debería instalarse. Sin embargo, los rumores de los últimos días no dan muchas esperanzas a los seguidores valencianistas sobre el futuro deportivo de su club.
Si se confirma la marcha de Mata y Silva, como seguramente ocurrirá, el Valencia se convertiría en un equipo que se instalaría en la mediocridad que hoy en día reina en la liga española. La situación económica ha obligado a vender a Villa y acabará por sacar a Mata y Silva del equipo, pero me parece que es inevitable que una operación salida de este calibre acabe siendo traumática para el rendimiento de un equipo. No se puede sustituir así como así a las tres principales figuras de un equipo y, si se puede optar por una remodelación parcial, no entiendo porque se pretende sanear al club a toda prisa sacrificando los resultados que se puedan obtener en las próximas temporadas.
El Valencia ha encontrado un sustituto de garantías para Villa, pero que el señor Llorente tenga claro que no encontrará nada parecido a Mata y a Silva en el mercado por mucho que busque y menos a precio de saldo. Por lo tanto, parece claro que para los dirigentes del Valencia clasificarse para la Champions el año que viene sería un exitazo que prácticamente ni contemplan. Por eso, con el Valencia totalmente fuera de la pelea, sólo quedan dos equipos que se atreven a desafiar al dominio de los clásicos, el Atlético y el Sevilla y seguramente ninguno de los dos aguantará el tirón ni siquiera las 10 primeras jornadas.
El Sevilla es ahora mismo el tercero en discordia porque es el que más tiene. Tiene una plantilla muy amplia y puede aguantar la marcha de algún jugador que seguramente se va a producir este verano, pero tampoco será lo mismo sin Navas o Luis Fabiano. Además, me parece que la secretaría técnica de los sevillanos no está tan acertada en las últimas temporadas como lo estaba en años anteriores y las posibilidades de reestructuración del equipo son cada vez menores. El Sevilla lleva mucho tiempo viviendo de las rentas y el peso del equipo lo siguen llevando los mismos jugadores de siempre, que son los que están pensando en dar el salto hacia un club más grande.
Por último, queda el atlético, el caso más esperpéntico de todos. El caso que confirma que si Madrid y Barça tienen una ventaja tan abismal es gracias a la incompetencia del resto o al menos de algunos como el Atlético. El atlético está mal dirigido desde la época del doblete, todo el mundo lo sabe y nadie hace nada para evitarlo. El Atlético viene de jugar dos finales y Gil Marín se encarga de trasmitir un mensaje de austeridad, como si no se hubiese recaudado nada en este año. Este señor aprovecha el contexto de crisis económica para seguir sin invertir ni un euro, cuando el atlético gana ahora más dinero que nunca y cuando era el momento de dar el gran salto en lo deportivo.
Gil Marín está como loco por sacar dinero por Forlán o Agüero, pero el clamor popular y los técnicos no dejaran que ninguno de los dos se mueva del Manzanares, salvo que llegue una oferta tremebunda que, según parece, este año no va a llegar. Sin embargo, el problema del Atlético será el mismo de la temporada pasada, el atlético no crecerá, el Atlético no hará mayor contratación que la de Tiago (si es que la hace) y quizás le dé para ser tercero gracias a algún nuevo descubrimiento en su excelente cantera.
jueves, 24 de junio de 2010
domingo, 20 de junio de 2010
Crónica de un desastre anunciado
Sudáfrica 2010 no será un mundial que pase a la historia por el juego que se está desplegando en la primera fase. Al contrario, y como suele ser habitual en las grandes citas, la mayoría de los equipos han salido al campo atenazados por los nervios, lo que ha hecho que nos regalen en muchos partidos un espectáculo soporífero. En el mundial en el que nade destaca realmente, lo que de verdad llama la atención es la tragedia: la tragedia personificada en los porteros y en selecciones como Italia y sobre todo Francia.
Sin embargo, a pocos les sorprende el papelón que está haciendo Francia. Todos sabíamos que en la fase de clasificación el equipo había sido un desastre y que Domenech es el mayor inepto que se ha visto en un banquillo en la última década, pero todavía esperábamos que el nombre de Francia les hiciera crecerse ante la adversidad.
Domenech es un entrenador lamentable, pero más lamentable es una federación que le sigue manteniendo en el puesto, sabiendo que no cuenta con ningún apoyo. A Anelka se le fue la cabeza en un momento determinado, como tantas veces a lo largo de su carrera, pero Domenech nunca la ha tenido, al menos para dirigir a un combinado de tanto peso. Por eso, el director de la federación francesa ha dimitido hoy, ante la presión de unos jugadores a los que les han faltado las formas, pero que tienen razones de sobra para el motín. La federación de una selección como Francia no puede tirar un mundial, pensando en el futuro con Blanc y dejando que un hombre en el que ya no confían les siga representando en la cita más importante del mundo del fútbol.
Aunque Francia se ha enfrentado a rivales serios como Uruguay y México y, en cierta medida, es comprensible que los bleus hayan caído ante selecciones con mucho talento emergente. Sin embargo, hay que buscar mucho para encontrar el talento en Nueva Zelanda y, con lo poco que tiene, la selección de Oceanía ha conseguido empatar frente a una Italia que ha sido incapaz de crear verdaderas ocasiones de peligro.
Nueva Zelanda ocupa el puesto 78 en la clasificación mundial de la FIFA y está en el mundial gracias al pobre nivel del fútbol en Oceanía. Asimismo, debo reconocer que Nueva Zelanda ha mejorado mucho desde que el año pasado cayera (5-0) en la Copa Confederaciones frente a España. Ese día, Nueva Zelanda me pareció el equipo internacional más flojo contra el que se había enfrentado nuestra selección desde la época de Camacho. Este año, ya ha demostrado que es una selección con muchísimo oficio y ha justificado de sobra su presencia en Sudáfrica. Este mundial nos va a servir para darnos cuenta de que el fútbol cada vez está más igualado, puesto que en el fútbol de hoy en día es muy difícil encontrarse con una auténtica cenicienta: Nueva Zelanda tiene dos puntos y Corea del Norte se lo puso difícil a Brasil y eran, a priori, las dos selecciones más flojas de la cita mundialista.
En resumen, el inicio del mundial nos ha dado pocas pistas para adivinar quiénes son los equipos que llegaran lejos. De todos modos, me atrevo a aventurar que, independientemente de que pasen o no la primera fase, Italia y Francia caerán pronto en las eliminatorias porque por muy clásicos de Europa que sean, de donde no hay no se puede sacar. Por eso, pese a los tropiezos españoles e ingleses, sigo manteniendo la apuesta que hice antes del inicio del mundial.
Sin embargo, a pocos les sorprende el papelón que está haciendo Francia. Todos sabíamos que en la fase de clasificación el equipo había sido un desastre y que Domenech es el mayor inepto que se ha visto en un banquillo en la última década, pero todavía esperábamos que el nombre de Francia les hiciera crecerse ante la adversidad.
Domenech es un entrenador lamentable, pero más lamentable es una federación que le sigue manteniendo en el puesto, sabiendo que no cuenta con ningún apoyo. A Anelka se le fue la cabeza en un momento determinado, como tantas veces a lo largo de su carrera, pero Domenech nunca la ha tenido, al menos para dirigir a un combinado de tanto peso. Por eso, el director de la federación francesa ha dimitido hoy, ante la presión de unos jugadores a los que les han faltado las formas, pero que tienen razones de sobra para el motín. La federación de una selección como Francia no puede tirar un mundial, pensando en el futuro con Blanc y dejando que un hombre en el que ya no confían les siga representando en la cita más importante del mundo del fútbol.
Aunque Francia se ha enfrentado a rivales serios como Uruguay y México y, en cierta medida, es comprensible que los bleus hayan caído ante selecciones con mucho talento emergente. Sin embargo, hay que buscar mucho para encontrar el talento en Nueva Zelanda y, con lo poco que tiene, la selección de Oceanía ha conseguido empatar frente a una Italia que ha sido incapaz de crear verdaderas ocasiones de peligro.
Nueva Zelanda ocupa el puesto 78 en la clasificación mundial de la FIFA y está en el mundial gracias al pobre nivel del fútbol en Oceanía. Asimismo, debo reconocer que Nueva Zelanda ha mejorado mucho desde que el año pasado cayera (5-0) en la Copa Confederaciones frente a España. Ese día, Nueva Zelanda me pareció el equipo internacional más flojo contra el que se había enfrentado nuestra selección desde la época de Camacho. Este año, ya ha demostrado que es una selección con muchísimo oficio y ha justificado de sobra su presencia en Sudáfrica. Este mundial nos va a servir para darnos cuenta de que el fútbol cada vez está más igualado, puesto que en el fútbol de hoy en día es muy difícil encontrarse con una auténtica cenicienta: Nueva Zelanda tiene dos puntos y Corea del Norte se lo puso difícil a Brasil y eran, a priori, las dos selecciones más flojas de la cita mundialista.
En resumen, el inicio del mundial nos ha dado pocas pistas para adivinar quiénes son los equipos que llegaran lejos. De todos modos, me atrevo a aventurar que, independientemente de que pasen o no la primera fase, Italia y Francia caerán pronto en las eliminatorias porque por muy clásicos de Europa que sean, de donde no hay no se puede sacar. Por eso, pese a los tropiezos españoles e ingleses, sigo manteniendo la apuesta que hice antes del inicio del mundial.
lunes, 3 de mayo de 2010
Sudáfrica 2010, otra cita para el recuerdo
Los aficionados al fútbol esperamos durante cuatro años para encerrarnos en casa y ver el mayor acontecimiento del mundo del fútbol y para muchos, entre los que me incluyo, el acontecimiento más importante del deporte en general. Todos sabemos que es una cita que nunca va a defraudar, que siempre nos dejará momentos para el recuerdo y que nos divertiremos viendo a la selección de moda y a la campeona, incluso cuando ésta es Italia. Además, esta edición del Mundial tiene grandes alicientes: No hay un dominador claro del fútbol mundial, se celebra en África con todo lo que ello significa y somos favoritos. ¿Qué más se puede pedir?
Repasando la historia de los mundiales, vemos como, salvo en una ocasión, siempre que los mundiales se juegan en América y Europa, gana una selección del mismo continente. Esta vez, el Mundial se juega en territorio neutral, porque las selecciones africanas todavía no tienen el lustre suficiente como para ser campeonas, aunque se verán claramente fortalecidas por el clima.
Además, en Sudáfrica 2010 estarán todas las selecciones favoritas y sólo tendremos que acordarnos de Rusia o Turquía como las selecciones que han llegado lejos en torneos recientes y no estarán en Sudáfrica. Estará la siempre vistosa y eléctrica Holanda, que seguro que nos dejara momentos de fútbol brillante, pero que tendrá que luchar contra su tradicional irregularidad. Estarán la decadente Italia y una Alemania que se encuentra en proceso de cambio generacional y que tal vez llegue a Sudáfrica en un mal momento, pero con los alemanes nunca se sabe. Estará Cristiano Ronaldo con Portugal, pero difícil lo tiene el madridista con una selección que aparentemente no tiene el potencial de hace cuatro años. Siempre hay que tener en cuenta a las selecciones que he nombrado, al fin y al cabo son la vieja Europa y eso significa mucho en el fútbol por mucho que pasen los años.
Sin embargo, me voy a mojar. No puedo elegir a todas y sé que todas las que he nombrado tienen sus posibilidades, pero me quiero quedar con las que para mí son las verdaderas favoritas: Primero con España, porque somos campeones de Europa y porque somos la selección que más jugadores tiene entre los 50 mejores del mundo. Después, Argentina porque tiene al jugador más en forma del momento y un equipo que es el que menos tiene que envidiar al español, aunque en la práctica todavía no haya jugado a nada. En tercer lugar, Brasil porque aunque no juega como antaño sigue siendo la reina de Sudamérica, sigue siendo Brasil y tiene la capacidad de consagrar grandes futbolistas durante las Copas del Mundo, aunque antes de los torneos nadie los tuviera como uno de los mejores. Por último, quiero destacar a Inglaterra porque tiene también a grandes estrellas, porque tiene a Capello y porque puede ser que ya le vaya tocando hacer algo grande, después de tantos años de sufrimiento.
Foto cedida por: Save_us_Y2J
Repasando la historia de los mundiales, vemos como, salvo en una ocasión, siempre que los mundiales se juegan en América y Europa, gana una selección del mismo continente. Esta vez, el Mundial se juega en territorio neutral, porque las selecciones africanas todavía no tienen el lustre suficiente como para ser campeonas, aunque se verán claramente fortalecidas por el clima.
Además, en Sudáfrica 2010 estarán todas las selecciones favoritas y sólo tendremos que acordarnos de Rusia o Turquía como las selecciones que han llegado lejos en torneos recientes y no estarán en Sudáfrica. Estará la siempre vistosa y eléctrica Holanda, que seguro que nos dejara momentos de fútbol brillante, pero que tendrá que luchar contra su tradicional irregularidad. Estarán la decadente Italia y una Alemania que se encuentra en proceso de cambio generacional y que tal vez llegue a Sudáfrica en un mal momento, pero con los alemanes nunca se sabe. Estará Cristiano Ronaldo con Portugal, pero difícil lo tiene el madridista con una selección que aparentemente no tiene el potencial de hace cuatro años. Siempre hay que tener en cuenta a las selecciones que he nombrado, al fin y al cabo son la vieja Europa y eso significa mucho en el fútbol por mucho que pasen los años.
Sin embargo, me voy a mojar. No puedo elegir a todas y sé que todas las que he nombrado tienen sus posibilidades, pero me quiero quedar con las que para mí son las verdaderas favoritas: Primero con España, porque somos campeones de Europa y porque somos la selección que más jugadores tiene entre los 50 mejores del mundo. Después, Argentina porque tiene al jugador más en forma del momento y un equipo que es el que menos tiene que envidiar al español, aunque en la práctica todavía no haya jugado a nada. En tercer lugar, Brasil porque aunque no juega como antaño sigue siendo la reina de Sudamérica, sigue siendo Brasil y tiene la capacidad de consagrar grandes futbolistas durante las Copas del Mundo, aunque antes de los torneos nadie los tuviera como uno de los mejores. Por último, quiero destacar a Inglaterra porque tiene también a grandes estrellas, porque tiene a Capello y porque puede ser que ya le vaya tocando hacer algo grande, después de tantos años de sufrimiento.
Foto cedida por: Save_us_Y2J
España, la gran favorita
Podemos tener dudas sobre cómo jugará Argentina, sobre cómo lo hará Brasil, Alemania o cualquier otra selección, pero no podemos tener ninguna duda sobre como lo hará nuestra selección. El estilo está claro, los jugadores podrán tener días buenos o malos, pero el fútbol de toque y rapidez nunca desaparecerá de nuestra selección. Por otro lado, podrá haber algún cambio en un puesto determinado, pero la base del equipo está bastante clara, todos nos sabemos de carrerilla la mayoría del once inicial.
España ganó la Eurocopa hace dos años y quien gana y domina en Europa tiene más de medio mundial ganado, además, el equipo ha cambiado poco desde entonces. Del Bosque ha conseguido mantener el estilo y el bloque, y ha conseguido introducir sus ideas y variaciones, sin que se pierda la esencia del equipo. La prueba de la unión del combinado español es la inmaculada trayectoria que ha llevado en la fase de clasificación, donde no ha perdido ni un solo punto. Además, sigue dando una imagen excepcional en todos los amistosos que ha jugado contra selecciones de renombre, que parecen impotentes ante el dominio español.
Sin embargo, el mayor problema que tiene España en estos momentos son las lesiones que pueden llegar a atormentarnos. Iniesta llegará justo al mundial, Cesc más de lo mismo y Torres puede incluso perderse los primeros entrenamientos de la concentración, por una operación de rodilla, que quién sabe si influirá en su rendimiento en Sudáfrica. Además, el cerebro de la selección, Xavi, está tocado y continúa arriesgándose jugando con el Barça.
España sólo tiene que preocuparse de cuestiones menores, como quién será el tercer portero o los delanteros suplentes, porque todo lo demás ya lo tiene bien atado y sólo se preocupa porque las lesiones no se agraven y supongan un problema de verdad. Además, me parece que los jugadores españoles llegan en un buen estado de forma para la principal cita mundial. Sergio Ramos parece que en los últimos partidos está empezando a mejorar y está recuperando el nivel que tenía hace dos o tres temporadas. Los centrales y el resto de laterales siguen soberbios. Villa y Torres no tienen la carga de partidos que llevan en su espalda el resto de delanteros de selecciones importantes. En fin, pocas veces tendrá España otra oportunidad para levantar la Copa del Mundo tan grande como esta.
Por último, quería mojarme sobre el tema de los delanteros suplentes. Vicente Del Bosque se ha mojado poco en dos años, no ha cambiado el equipo, tanto para lo bueno, como para lo malo. Es cierto que Güiza ha rendido siempre bien en la selección, pero no tiene ni la mitad de categoría que sus compañeros en la roja. En mi opinión, no está entre los cuatro mejores delanteros españoles ni de lejos. En el Fenerbahce no está destacando, sólo ha marcado 9 goles en 32 jornadas y es un jugador que aporta poco más que goles al fútbol.
Llorente debe ir, porque es un excelente jugador en todos los momentos del juego y porque además te aporta alternativas al juego que otros delanteros no tienen para los últimos minutos, porque no podemos pensar que en un mundial no se van a pasar momentos apurados. Aunque no vayamos a meter balones por arriba las defensas tendrán una opción más por la que preocuparse y el juego será menos previsible. Por otro lado, Negredo es un excelente jugador, pero no está en forma y en estos momentos no está para ir. El que debe de completar la lista debe ser Pedro, porque ha demostrado una capacidad innata para el gol y porque ha demostrado con el Barça que sabe estar en los momentos importantes.
Foto cedida por: Heart Industry
España ganó la Eurocopa hace dos años y quien gana y domina en Europa tiene más de medio mundial ganado, además, el equipo ha cambiado poco desde entonces. Del Bosque ha conseguido mantener el estilo y el bloque, y ha conseguido introducir sus ideas y variaciones, sin que se pierda la esencia del equipo. La prueba de la unión del combinado español es la inmaculada trayectoria que ha llevado en la fase de clasificación, donde no ha perdido ni un solo punto. Además, sigue dando una imagen excepcional en todos los amistosos que ha jugado contra selecciones de renombre, que parecen impotentes ante el dominio español.
Sin embargo, el mayor problema que tiene España en estos momentos son las lesiones que pueden llegar a atormentarnos. Iniesta llegará justo al mundial, Cesc más de lo mismo y Torres puede incluso perderse los primeros entrenamientos de la concentración, por una operación de rodilla, que quién sabe si influirá en su rendimiento en Sudáfrica. Además, el cerebro de la selección, Xavi, está tocado y continúa arriesgándose jugando con el Barça.
España sólo tiene que preocuparse de cuestiones menores, como quién será el tercer portero o los delanteros suplentes, porque todo lo demás ya lo tiene bien atado y sólo se preocupa porque las lesiones no se agraven y supongan un problema de verdad. Además, me parece que los jugadores españoles llegan en un buen estado de forma para la principal cita mundial. Sergio Ramos parece que en los últimos partidos está empezando a mejorar y está recuperando el nivel que tenía hace dos o tres temporadas. Los centrales y el resto de laterales siguen soberbios. Villa y Torres no tienen la carga de partidos que llevan en su espalda el resto de delanteros de selecciones importantes. En fin, pocas veces tendrá España otra oportunidad para levantar la Copa del Mundo tan grande como esta.
Por último, quería mojarme sobre el tema de los delanteros suplentes. Vicente Del Bosque se ha mojado poco en dos años, no ha cambiado el equipo, tanto para lo bueno, como para lo malo. Es cierto que Güiza ha rendido siempre bien en la selección, pero no tiene ni la mitad de categoría que sus compañeros en la roja. En mi opinión, no está entre los cuatro mejores delanteros españoles ni de lejos. En el Fenerbahce no está destacando, sólo ha marcado 9 goles en 32 jornadas y es un jugador que aporta poco más que goles al fútbol.
Llorente debe ir, porque es un excelente jugador en todos los momentos del juego y porque además te aporta alternativas al juego que otros delanteros no tienen para los últimos minutos, porque no podemos pensar que en un mundial no se van a pasar momentos apurados. Aunque no vayamos a meter balones por arriba las defensas tendrán una opción más por la que preocuparse y el juego será menos previsible. Por otro lado, Negredo es un excelente jugador, pero no está en forma y en estos momentos no está para ir. El que debe de completar la lista debe ser Pedro, porque ha demostrado una capacidad innata para el gol y porque ha demostrado con el Barça que sabe estar en los momentos importantes.
Foto cedida por: Heart Industry
Inglaterra, arrasadora tras su ausencia en la Eurocopa
Al contrario de lo que ha ocurrido con Argentina y Maradona, en Inglaterra todo ha mejorado desde que Fabio Capello cogiera el equipo para afrontar la clasificación para Sudáfrica desde su comienzo. La diferencia en Inglaterra, al sustituir a Steve McClaren por uno de los entrenadores más laureados de la historia, no se hizo esperar y los resultados llegaron inmediatamente.
Inglaterra ha firmado una fase de clasificación casi inmaculada, en la que sólo ha cedido una derrota contra Ucrania en los diez encuentros que ha disputado. Además, Inglaterra ha conseguido acabar con su mayor problema en los últimos tiempos: los goles encajados. Sólo ha recibido seis en la fase de clasificación. Inglaterra ha encontrado en Green un portero con muchas más garantías que los que ha tenido en los últimos años. Por otro lado, todos los detractores de Fabio Capello, porque consideran su fútbol como defensivo, deberían saber que Inglaterra ha sido el equipo más goleador de la fase clasificatoria, por encima de España.
Inglaterra es la España de antes de la Eurocopa. Inglaterra es “la pupas”, la que nunca gana nada y la que defrauda en cuartos o en octavos, pero Inglaterra tiene a Capello. Un entrenador que para muchos tiene una flor en el culo, pero que para mí es un maestro, pueda o no gustarnos su estilo, es indiscutible que allí donde va triunfa. En Italia ganaba el scudetto el equipo al que él entrenaba y eso no era casualidad: Primero, era un gran entrenador y después siempre ha elegido a los jugadores que quería que le ficharan, sin embargo, en Inglaterra no podrá fichar y eso es para él un aliciente para demostrar que es capaz de hacer un equipo sin que sea a base de talonario.
Fabio ha conseguido resolver el problema que atormentaba a los ingleses de la última generación. Ha conseguido que Lampard y Gerrard jueguen juntos y lo hagan de maravilla. Todos los ingleses se debatían entre uno y otro, no paraban de preguntarse quién era el mejor, a ninguno se le pasaba por la cabeza que los dos pudieran jugar juntos y el técnico italiano llegó y dio con el sistema adecuado para que todo funcionara. Con esto, Inglaterra tiene en el mismo equipo a los dos mejores llegadores del mundo o, al menos, a los dos que más goles aportan jugando en el centro del campo. Si estos dos están en forma, la pérdida de Beckham no es más que una anécdota.
Además, Inglaterra tiene otro tipo de futbolistas con los que consigue mezclar el juego de forma muy efectiva. A la llegada de Gerrard y Lampard hay que sumarle la velocidad de jugadores como Wright-Phillips, Joe Cole, Walcott o Ashley Young, y la fuerza de Carrick y Barry. Por otro lado, Inglaterra no tendrá problemas en defensa, pese a la renuncia de Bridge debido al escándalo por el “caso Terry”, ya que el del City no iba a ser titular, una vez que Ashley Cole parece que vuelve a estar en forma. Con Glen Johnson y Terry como titulares indiscutibles, Capello sólo tendrá que decidir quién será su segundo central porque todavía no se ha decidido entre Lescott, Upson y Ferdinand. Sin embargo, al heredar Ferdinand la capitanía que Terry perdió por el escándalo, parece que el dubitativo central del United parte con cierta ventaja.
Por último, tras perderse la última fase de la temporada, Rooney llegará a Sudáfrica descansado y si se encuentra igual de acertado que con el United puede ser el killer del campeonato. Rooney esta llamado a capitalizar el gol en Inglaterra, pero estará bien secundado por Jermain Defoe y Darrent Bent. Con estos futbolistas, a nadie se le escapa que Inglaterra es una de las selecciones con más hambre y con más opciones.
Foto cedida por: Alfonso Jiménez
Inglaterra ha firmado una fase de clasificación casi inmaculada, en la que sólo ha cedido una derrota contra Ucrania en los diez encuentros que ha disputado. Además, Inglaterra ha conseguido acabar con su mayor problema en los últimos tiempos: los goles encajados. Sólo ha recibido seis en la fase de clasificación. Inglaterra ha encontrado en Green un portero con muchas más garantías que los que ha tenido en los últimos años. Por otro lado, todos los detractores de Fabio Capello, porque consideran su fútbol como defensivo, deberían saber que Inglaterra ha sido el equipo más goleador de la fase clasificatoria, por encima de España.
Inglaterra es la España de antes de la Eurocopa. Inglaterra es “la pupas”, la que nunca gana nada y la que defrauda en cuartos o en octavos, pero Inglaterra tiene a Capello. Un entrenador que para muchos tiene una flor en el culo, pero que para mí es un maestro, pueda o no gustarnos su estilo, es indiscutible que allí donde va triunfa. En Italia ganaba el scudetto el equipo al que él entrenaba y eso no era casualidad: Primero, era un gran entrenador y después siempre ha elegido a los jugadores que quería que le ficharan, sin embargo, en Inglaterra no podrá fichar y eso es para él un aliciente para demostrar que es capaz de hacer un equipo sin que sea a base de talonario.
Fabio ha conseguido resolver el problema que atormentaba a los ingleses de la última generación. Ha conseguido que Lampard y Gerrard jueguen juntos y lo hagan de maravilla. Todos los ingleses se debatían entre uno y otro, no paraban de preguntarse quién era el mejor, a ninguno se le pasaba por la cabeza que los dos pudieran jugar juntos y el técnico italiano llegó y dio con el sistema adecuado para que todo funcionara. Con esto, Inglaterra tiene en el mismo equipo a los dos mejores llegadores del mundo o, al menos, a los dos que más goles aportan jugando en el centro del campo. Si estos dos están en forma, la pérdida de Beckham no es más que una anécdota.
Además, Inglaterra tiene otro tipo de futbolistas con los que consigue mezclar el juego de forma muy efectiva. A la llegada de Gerrard y Lampard hay que sumarle la velocidad de jugadores como Wright-Phillips, Joe Cole, Walcott o Ashley Young, y la fuerza de Carrick y Barry. Por otro lado, Inglaterra no tendrá problemas en defensa, pese a la renuncia de Bridge debido al escándalo por el “caso Terry”, ya que el del City no iba a ser titular, una vez que Ashley Cole parece que vuelve a estar en forma. Con Glen Johnson y Terry como titulares indiscutibles, Capello sólo tendrá que decidir quién será su segundo central porque todavía no se ha decidido entre Lescott, Upson y Ferdinand. Sin embargo, al heredar Ferdinand la capitanía que Terry perdió por el escándalo, parece que el dubitativo central del United parte con cierta ventaja.
Por último, tras perderse la última fase de la temporada, Rooney llegará a Sudáfrica descansado y si se encuentra igual de acertado que con el United puede ser el killer del campeonato. Rooney esta llamado a capitalizar el gol en Inglaterra, pero estará bien secundado por Jermain Defoe y Darrent Bent. Con estos futbolistas, a nadie se le escapa que Inglaterra es una de las selecciones con más hambre y con más opciones.
Foto cedida por: Alfonso Jiménez
Brasil, una selección con menos talento del que solía
Tradicionalmente, ganara quien ganara los mundiales, Brasil solía ser la selección que, por norma general, desplegaba un fútbol más vistoso. El fútbol de ataque, la velocidad y los grandes delanteros han estado siempre del lado de los brasileños. Sin embargo, desde la llegada de Dunga, Brasil ha cambiado completamente y se ha convertido en una selección más efectiva que efectista. Dunga quiere ganar como sea y, por eso, ha dotado al equipo de una seriedad que antes no tenía, pero ha cambio ha perdido capacidad de improvisación. El fútbol de Brasil es hoy más plano que nunca.
Quizás, Dunga ha tomado la decisión correcta viendo los jugadores con los que cuenta. Brasil siempre ha tenido grandes “9”, porque cuando se retiró Romario ahí estaba Ronaldo, pero ahora que Ronaldo ya no está al nivel, a Brasil sólo le queda Luis Fabiano, y eso, con todos mis respetos hacia el sevillista, es poca cosa para lo que están acostumbrados a tener en Brasil.
Algo parecido ocurre con los mediaspuntas. En este caso si parece que hay un relevo, pero Robinho y Kaka’ no vienen es su mejor momento. Kaka’ ha hecho una mala temporada en el Madrid y Robinho no tiene cabeza como para rendir en un gran equipo del fútbol europeo. Sin embargo, creo que estos dos jugadores sí que lo harán bien con la canarinha y pienso que de ellos depende gran parte del éxito que pueda tener esta selección en Sudáfrica.
Si miramos el centro del campo, creo que encontramos el verdadero problema de está selección. Tiene buenos jugadores, algunos como Felipe Melo o Ramires han demostrado que tienen una gran capacidad para el robo, pero creo que tienen problemas para asumir la circulación de un equipo tan grande como el brasileño. Gilberto Silva nunca ha sido gran cosa y ahora mismo no puede llevar el peso de Brasil, Elano siempre se ha llevado las buenas palabras de la prensa, pero a mí es un jugador que me parece que aporta bien poco en sus apariciones con la canarinha. En resumen, Brasil no tiene una circulación de balón tan rápida como la que ha tenido siempre, pero gana los partidos por pegada, pero los gana, no olvidemos que fue campeona el año pasado en la Copa Confederaciones.
Sin embargo, creo que Brasil nunca ha tenido una defensa como la que tiene. Como es tradicional, tiene a los dos mejores laterales del mundo, aunque los dos sean diestros y uno tenga que jugar en la izquierda, pero lo raro es que Brasil tiene buenos centrales y, sobre todo, un buen portero. Julio César es un guardameta de 1,87 que se hace todavía más grande en todas sus salidas y que tiene una gran capacidad para atajar todos los balones. El portero brasileño ha explotado tarde, pero cuando lo ha hecho se ha convertido en un portero que sólo se puede comparar con los mejores.
Además, se encuentra bien arropado por su compañero también en el Inter, Lucio. Nunca pensé que Lucio fuera un gran defensor, más bien creía que era un camicace, un jugador cuyo mayor mérito había sido marcarle unos cuantos goles al Real Madrid y que salía como un loco con el balón desde atrás, lo que le había costado algún que otro disgusto. Sin embargo, este año Lucio me ha hecho cambiar de opinión, ha hecho una temporada excelente, ha demostrado que es muy bueno al cruce y contundente en el despeje. Si el Inter está en Champions es gracias a que ni él ni Samuel fallaron en toda la eliminatoria frente al Barcelona. Además, se conoce a la perfección con Juan y tiene otra pareja de baile en el banquillo como Thiago Silva, que no es tan desastrosa como otras con las que ha tenido que jugar la canarinha.
No tendremos que esperar mucho para ver lo que da de sí este combinado brasileño. En el grupo que le ha tocado en Sudáfrica, con rivales como Portugal y Corta de Marfil, podremos evaluar cuál es el verdadero potencial de una selección que sigue ganando, pero que no transmite grandes sensaciones.
Foto cedida por: olivcris
Quizás, Dunga ha tomado la decisión correcta viendo los jugadores con los que cuenta. Brasil siempre ha tenido grandes “9”, porque cuando se retiró Romario ahí estaba Ronaldo, pero ahora que Ronaldo ya no está al nivel, a Brasil sólo le queda Luis Fabiano, y eso, con todos mis respetos hacia el sevillista, es poca cosa para lo que están acostumbrados a tener en Brasil.
Algo parecido ocurre con los mediaspuntas. En este caso si parece que hay un relevo, pero Robinho y Kaka’ no vienen es su mejor momento. Kaka’ ha hecho una mala temporada en el Madrid y Robinho no tiene cabeza como para rendir en un gran equipo del fútbol europeo. Sin embargo, creo que estos dos jugadores sí que lo harán bien con la canarinha y pienso que de ellos depende gran parte del éxito que pueda tener esta selección en Sudáfrica.
Si miramos el centro del campo, creo que encontramos el verdadero problema de está selección. Tiene buenos jugadores, algunos como Felipe Melo o Ramires han demostrado que tienen una gran capacidad para el robo, pero creo que tienen problemas para asumir la circulación de un equipo tan grande como el brasileño. Gilberto Silva nunca ha sido gran cosa y ahora mismo no puede llevar el peso de Brasil, Elano siempre se ha llevado las buenas palabras de la prensa, pero a mí es un jugador que me parece que aporta bien poco en sus apariciones con la canarinha. En resumen, Brasil no tiene una circulación de balón tan rápida como la que ha tenido siempre, pero gana los partidos por pegada, pero los gana, no olvidemos que fue campeona el año pasado en la Copa Confederaciones.
Sin embargo, creo que Brasil nunca ha tenido una defensa como la que tiene. Como es tradicional, tiene a los dos mejores laterales del mundo, aunque los dos sean diestros y uno tenga que jugar en la izquierda, pero lo raro es que Brasil tiene buenos centrales y, sobre todo, un buen portero. Julio César es un guardameta de 1,87 que se hace todavía más grande en todas sus salidas y que tiene una gran capacidad para atajar todos los balones. El portero brasileño ha explotado tarde, pero cuando lo ha hecho se ha convertido en un portero que sólo se puede comparar con los mejores.
Además, se encuentra bien arropado por su compañero también en el Inter, Lucio. Nunca pensé que Lucio fuera un gran defensor, más bien creía que era un camicace, un jugador cuyo mayor mérito había sido marcarle unos cuantos goles al Real Madrid y que salía como un loco con el balón desde atrás, lo que le había costado algún que otro disgusto. Sin embargo, este año Lucio me ha hecho cambiar de opinión, ha hecho una temporada excelente, ha demostrado que es muy bueno al cruce y contundente en el despeje. Si el Inter está en Champions es gracias a que ni él ni Samuel fallaron en toda la eliminatoria frente al Barcelona. Además, se conoce a la perfección con Juan y tiene otra pareja de baile en el banquillo como Thiago Silva, que no es tan desastrosa como otras con las que ha tenido que jugar la canarinha.
No tendremos que esperar mucho para ver lo que da de sí este combinado brasileño. En el grupo que le ha tocado en Sudáfrica, con rivales como Portugal y Corta de Marfil, podremos evaluar cuál es el verdadero potencial de una selección que sigue ganando, pero que no transmite grandes sensaciones.
Foto cedida por: olivcris
Argentina, el gigante dormido
La albiceleste no acaba de encontrar el sistema de juego, tiene a muchos de los mejores futbolistas del mundo, pero ha pasado muchas dificultades para llegar a Sudáfrica y ha sido superada por selecciones con mucho peor plantel. Sin embargo, para muchos sigue siendo la gran favorita y no cabe duda de que, si las piezas se ensamblan correctamente, Argentina es un equipo temible.
Para muchos, el gran problema de Argentina es el banquillo que ocupa sin demasiado criterio Diego Armando Maradona, que no ha mejorado el juego del equipo desde que en Octubre de 2008 tomara los mandos, tras la renuncia de Basile. Muchos argentinos deben de tirarse de los pelos al ver a la Selección chilena desplegar un fútbol vistosísimo dirigidos por el argentino Marcelo Bielsa, mientras ven que su Selección está entrenada por un hombre que todavía tiene que demostrar que merece su puesto como entrenador, más allá de lo que significara como futbolista. Otros creen que Bilardo, ayudante de Maradona, es la única esperanza argentina para que entre algo de luz en la cabeza de Diego.
No quiero decir que Maradona no tiene ni idea de cómo entrenar a un equipo de fútbol, pero esta claro que las ideas que tiene no son demasiado claras. La prueba está en que, en menos de dos años, ha convocado a más de cien futbolistas y ha cambiado el sistema de juego en cada encuentro. Maradona no ha encontrado la tecla. Maradona está tan perdido como para convocar al burrito Ortega, un jugador de calidad indudable, pero pasadísimo de rosca, con 36 años y con un problema de alcoholismo.
Analizando el juego de la albiceleste en estos últimos años, he visto que tiene un gran problema en la circulación del balón. Es un equipo que tiene grandes dificultades para llegar a la zona de peligro, cuando llega, lógicamente, con la dinamita que tiene, no perdona. Por eso, las miradas apuntan a Riquelme, el jugador que podría desatascar el juego argentino, pero que no estará en Sudáfrica por diferencias con el seleccionador. Con esta situación, Maradona ha tirado de Verón para llevar el peso de los partidos. La brujita sigue siendo un excelente jugador, pero a su ritmo y mientras le dura el fuelle, cuando se le acaba, Argentina entra en barrena.
De esta manera, se tendrá que centrar también en su otro gran problema: Messi. Nadie se explica porqué el FIFA World Player y Balón de Oro con el Barcelona no destaca igual con Argentina. Maradona tendrá que decidir dónde juega Messi en Argentina, si es el 10 del equipo, juega en punta o ocupa su posición en la banda de forma similar a como lo hace en Barcelona. Yo creo que Diego no debería de marear a su mejor futbolista y debería dejar jugar a su crack de la forma que más acostumbrado está. Además, voy más allá, Diego debería decidir cuanto antes su sistema de juego y, en mi opinión, debería de inspirarse en el del Barcelona por varios motivos: Primero, porque Messi se lo agradecería y después porque, cuando hay un problema de circulación en el centro del campo y no tienes un jugador lo suficientemente capacitado para solucionar el problema, lo mejor que puedes hacer es repartir el trabajo entre dos futbolistas que se encuentren respaldados por el indiscutible capitán, Javier Mascherano.
Sin embargo, Maradona tiene también el problema que todos los entrenadores querrían tener. Tiene muchos delanteros muy buenos y tiene que elegir (otro motivo más para jugar con tres arriba). En este momento, Messi, Agüero, Tévez, Milito e Higuaín son la envidia del mundo y es inconcebible que cualquiera de ellos se quede fuera del mundial, pero, ¿quiénes serán los titulares? Eso no lo sabe ni Maradona. Seguramente, Agüero ira al banco e Higuaín y Diego Milito se tengan que jugar el puesto que Messi tiene asegurado. Tévez jugará en la izquierda, si Maradona no decide meter a un volante, para que aporte más en tareas defensivas de lo que aportaría el apache. En la lucha Milito- Higuaín, el madridista parte con ventaja porque ha sido de los pocos que ha funcionado con Maradona. El pipita está acostumbrado a jugar sin esquema, juega en el Madrid, jugaba con Schuster y rinde y marca con Maradona, es puro instinto y se siente cómodo creándose sus propios espacios.
En la portería, Argentina no tiene un guardameta de verdaderas garantías y ahí será donde el seleccionador tendrá que apostar más claramente. En defensa Argentina no es España, pero no tiene que tener problemas. Tiene centrales de garantías con la recuperación de Gaby Milito, con Pareja y con dos centrales titulares en equipos finalistas en la Champions como son Samuel y Demichelis y, si a eso le sumamos la aportación de el incombustible Zanetti, Argentina será tan aguerrida como siempre.
En conclusión, Argentina es una incógnita porque tiene potencial para hacerlo todo, pero, de momento, todo lo tiene que demostrar. Todos estamos esperando su debut en Sudáfrica, porque puede ser una selección que nos haga divertirnos de verdad, talento no le falta.
Foto del equipo (Arriba) cedida por: Antonio Jordana
Foto de Maradona (Abajo) cedida por: markk00
Para muchos, el gran problema de Argentina es el banquillo que ocupa sin demasiado criterio Diego Armando Maradona, que no ha mejorado el juego del equipo desde que en Octubre de 2008 tomara los mandos, tras la renuncia de Basile. Muchos argentinos deben de tirarse de los pelos al ver a la Selección chilena desplegar un fútbol vistosísimo dirigidos por el argentino Marcelo Bielsa, mientras ven que su Selección está entrenada por un hombre que todavía tiene que demostrar que merece su puesto como entrenador, más allá de lo que significara como futbolista. Otros creen que Bilardo, ayudante de Maradona, es la única esperanza argentina para que entre algo de luz en la cabeza de Diego.
No quiero decir que Maradona no tiene ni idea de cómo entrenar a un equipo de fútbol, pero esta claro que las ideas que tiene no son demasiado claras. La prueba está en que, en menos de dos años, ha convocado a más de cien futbolistas y ha cambiado el sistema de juego en cada encuentro. Maradona no ha encontrado la tecla. Maradona está tan perdido como para convocar al burrito Ortega, un jugador de calidad indudable, pero pasadísimo de rosca, con 36 años y con un problema de alcoholismo.
Analizando el juego de la albiceleste en estos últimos años, he visto que tiene un gran problema en la circulación del balón. Es un equipo que tiene grandes dificultades para llegar a la zona de peligro, cuando llega, lógicamente, con la dinamita que tiene, no perdona. Por eso, las miradas apuntan a Riquelme, el jugador que podría desatascar el juego argentino, pero que no estará en Sudáfrica por diferencias con el seleccionador. Con esta situación, Maradona ha tirado de Verón para llevar el peso de los partidos. La brujita sigue siendo un excelente jugador, pero a su ritmo y mientras le dura el fuelle, cuando se le acaba, Argentina entra en barrena.
De esta manera, se tendrá que centrar también en su otro gran problema: Messi. Nadie se explica porqué el FIFA World Player y Balón de Oro con el Barcelona no destaca igual con Argentina. Maradona tendrá que decidir dónde juega Messi en Argentina, si es el 10 del equipo, juega en punta o ocupa su posición en la banda de forma similar a como lo hace en Barcelona. Yo creo que Diego no debería de marear a su mejor futbolista y debería dejar jugar a su crack de la forma que más acostumbrado está. Además, voy más allá, Diego debería decidir cuanto antes su sistema de juego y, en mi opinión, debería de inspirarse en el del Barcelona por varios motivos: Primero, porque Messi se lo agradecería y después porque, cuando hay un problema de circulación en el centro del campo y no tienes un jugador lo suficientemente capacitado para solucionar el problema, lo mejor que puedes hacer es repartir el trabajo entre dos futbolistas que se encuentren respaldados por el indiscutible capitán, Javier Mascherano.
Sin embargo, Maradona tiene también el problema que todos los entrenadores querrían tener. Tiene muchos delanteros muy buenos y tiene que elegir (otro motivo más para jugar con tres arriba). En este momento, Messi, Agüero, Tévez, Milito e Higuaín son la envidia del mundo y es inconcebible que cualquiera de ellos se quede fuera del mundial, pero, ¿quiénes serán los titulares? Eso no lo sabe ni Maradona. Seguramente, Agüero ira al banco e Higuaín y Diego Milito se tengan que jugar el puesto que Messi tiene asegurado. Tévez jugará en la izquierda, si Maradona no decide meter a un volante, para que aporte más en tareas defensivas de lo que aportaría el apache. En la lucha Milito- Higuaín, el madridista parte con ventaja porque ha sido de los pocos que ha funcionado con Maradona. El pipita está acostumbrado a jugar sin esquema, juega en el Madrid, jugaba con Schuster y rinde y marca con Maradona, es puro instinto y se siente cómodo creándose sus propios espacios.
En la portería, Argentina no tiene un guardameta de verdaderas garantías y ahí será donde el seleccionador tendrá que apostar más claramente. En defensa Argentina no es España, pero no tiene que tener problemas. Tiene centrales de garantías con la recuperación de Gaby Milito, con Pareja y con dos centrales titulares en equipos finalistas en la Champions como son Samuel y Demichelis y, si a eso le sumamos la aportación de el incombustible Zanetti, Argentina será tan aguerrida como siempre.
En conclusión, Argentina es una incógnita porque tiene potencial para hacerlo todo, pero, de momento, todo lo tiene que demostrar. Todos estamos esperando su debut en Sudáfrica, porque puede ser una selección que nos haga divertirnos de verdad, talento no le falta.
Foto del equipo (Arriba) cedida por: Antonio Jordana
Foto de Maradona (Abajo) cedida por: markk00