La temporada pasada acabó con unas cifras impresionantes para los dos históricos de nuestro fútbol: el Barcelona fue campeón con 99 puntos y el Real Madrid quedó segundo con 96. Sin embargo, lo verdaderamente asombroso son los 25 puntos que separaron al equipo de Chamartín del tercer clasificado, el Valencia. 25 puntos que pueden verse aumentados en la clasificación del año que viene, si los fichajes se siguen sucediendo en el mismo sentido en el que lo están haciendo en lo que llevamos de verano.
La marcha de Villa es algo que no sorprende a nadie, puesto que era difícil mantener al delantero con más hambre del momento en un equipo que no es campeón. Además, el movimiento resultó incluso positivo para el Valencia. Sacó un buen pellizco y se trajo a Soldado, que lejos del nivel del guaje, es un delantero que promete mínimo 15 goles por temporada y que podría contribuir a mantener el estatus Champions en el que el Valencia debería instalarse. Sin embargo, los rumores de los últimos días no dan muchas esperanzas a los seguidores valencianistas sobre el futuro deportivo de su club.
Si se confirma la marcha de Mata y Silva, como seguramente ocurrirá, el Valencia se convertiría en un equipo que se instalaría en la mediocridad que hoy en día reina en la liga española. La situación económica ha obligado a vender a Villa y acabará por sacar a Mata y Silva del equipo, pero me parece que es inevitable que una operación salida de este calibre acabe siendo traumática para el rendimiento de un equipo. No se puede sustituir así como así a las tres principales figuras de un equipo y, si se puede optar por una remodelación parcial, no entiendo porque se pretende sanear al club a toda prisa sacrificando los resultados que se puedan obtener en las próximas temporadas.
El Valencia ha encontrado un sustituto de garantías para Villa, pero que el señor Llorente tenga claro que no encontrará nada parecido a Mata y a Silva en el mercado por mucho que busque y menos a precio de saldo. Por lo tanto, parece claro que para los dirigentes del Valencia clasificarse para la Champions el año que viene sería un exitazo que prácticamente ni contemplan. Por eso, con el Valencia totalmente fuera de la pelea, sólo quedan dos equipos que se atreven a desafiar al dominio de los clásicos, el Atlético y el Sevilla y seguramente ninguno de los dos aguantará el tirón ni siquiera las 10 primeras jornadas.
El Sevilla es ahora mismo el tercero en discordia porque es el que más tiene. Tiene una plantilla muy amplia y puede aguantar la marcha de algún jugador que seguramente se va a producir este verano, pero tampoco será lo mismo sin Navas o Luis Fabiano. Además, me parece que la secretaría técnica de los sevillanos no está tan acertada en las últimas temporadas como lo estaba en años anteriores y las posibilidades de reestructuración del equipo son cada vez menores. El Sevilla lleva mucho tiempo viviendo de las rentas y el peso del equipo lo siguen llevando los mismos jugadores de siempre, que son los que están pensando en dar el salto hacia un club más grande.
Por último, queda el atlético, el caso más esperpéntico de todos. El caso que confirma que si Madrid y Barça tienen una ventaja tan abismal es gracias a la incompetencia del resto o al menos de algunos como el Atlético. El atlético está mal dirigido desde la época del doblete, todo el mundo lo sabe y nadie hace nada para evitarlo. El Atlético viene de jugar dos finales y Gil Marín se encarga de trasmitir un mensaje de austeridad, como si no se hubiese recaudado nada en este año. Este señor aprovecha el contexto de crisis económica para seguir sin invertir ni un euro, cuando el atlético gana ahora más dinero que nunca y cuando era el momento de dar el gran salto en lo deportivo.
Gil Marín está como loco por sacar dinero por Forlán o Agüero, pero el clamor popular y los técnicos no dejaran que ninguno de los dos se mueva del Manzanares, salvo que llegue una oferta tremebunda que, según parece, este año no va a llegar. Sin embargo, el problema del Atlético será el mismo de la temporada pasada, el atlético no crecerá, el Atlético no hará mayor contratación que la de Tiago (si es que la hace) y quizás le dé para ser tercero gracias a algún nuevo descubrimiento en su excelente cantera.
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