Nadie confía en ellos y, como dijo Ettore Messina, todo el mundo en Europa piensa que los blancos no tienen ninguna posibilidad., pero el Real Madrid es el Real Madrid y no puede rendirse por muy grandes que sean las dificultades.
Los blancos tendrán que levantar la cabeza y Messina tendrá que trabajar sobre todo el aspecto psicológico, porque los mismos jugadores blancos parecían los primeros en pensar que no tenían nada que hacer tras la derrota frente al Maccabi, que les acababa emparejando con el Barça. Las caras en el vestuario eran alarmantes, asombra ver a ganadores como Felipe Reyes o Garabajosa tan abatidos y resignados, pero nadie tiene ninguna duda de que defenderán su honor hasta el último minuto de la eliminatoria.
El Barcelona es mejor equipo, tiene mejor juego exterior y es abrumadoramente superior en la pintura. Además, los de Pascual juegan con el factor cancha a favor, lo que en el Palau y en la Euroliga significa tener medio billete para la final four en la mano. El Real Madrid tiene que ganar al menos un partido en Barcelona y ahí está el auténtico milagro. En Vistalegre, parece difícil que los blancos puedan lograr dos victorias, pero convirtiendo el coso en una caldera y apelando al orgullo herido de unos jugadores con ansia de venganza, todo es posible.
Además, los madrileños cuentan con un par de factores con los que no contaban en la final de Copa: La aportación de Jaric al equipo debe aumentar con respecto al anterior duelo, puesto que se acababa de incorporar a su nuevo equipo y no contaba con la adaptación que ahora demuestra. Además, como factor más destacable, el Real Madrid cuenta con Tomic, su última incorporación, un hombre que ya ha sido comparado con el mismísimo Pau Gasol y que será el encargado de luchar con los todopoderosos pivots azulgranas, junto al recuperado Felipe Reyes.
Las apuestas son hirientes para el Real Madrid. Una victoria del Barça se paga a 1,15 Euros por cada Euro apostado, en el primer partido, para que nos hagamos una idea, esto es algo menos de lo que se paga una victoria del Barcelona contra Osasuna este fin de semana en fútbol.
Mientras los seguidores blancos parecen resignados a no ganar nada esta temporada, en el Barcelona todo va sobre ruedas: Ricky Rubio ha demostrado que es el base con más futuro de Europa y que el baloncesto europeo ya no tiene secretos para él. Fran Vázquez se empieza a consolidar como un pívot dominador en Europa y, por fin, empieza a justificar su undécima posición del draft de hace ya cuatro temporadas y media. Además, nadie concibe una serie Madrid-Barça sin, al menos, una aportación estelar de Navarro. Por último, al Real Madrid le queda encomendarse a la ametralladora de Sergio Llull, que si está en estado de gracia puede revolucionar y resultar decisivo en un final apretado.
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