
Lotina hubiera preferido perder no uno sino varios partidos con tal de seguir contando con Filipe. Como a todos los padres, a los entrenadores les cuesta reconocer cuál es su “hijo” preferido, pero ante esta situación, Lotina no dudo en señalar a Filipe y eso nos puede ayudar a ver un lado bonito del fútbol que normalmente no vemos: el de las relaciones de unión personal que surgen en los equipos y que, bajo mi punto de vista, ayudan a mejorar notoriamente los resultados.
En el apartado deportivo, el Depor pierde mucho más que un lateral izquierdo. Pierde a su mejor futbolista, con bastante diferencia. Pierde la posibilidad de jugar la Champions que debido a los renuncios del Sevilla empezaba a tomar fuerza. Perderá muchísimos puntos y puede que pierda su puesto en la Europa League, porque Filipe le daba un valor añadido a un equipo cumplidor en todos los sentidos, pero falto de improvisación y de imaginación, más allá de la banda izquierda.

Impresiona ver a un futbolista tan joven salir del hospital con esa entereza , pensando desde el primer minuto en la recuperación y con un optimismo que seguro que le hará reponerse mejor de lo sucedido. Entre sus compañeros encontrará seguro el apoyo que necesita y, además, claros ejemplos de superación como Valerón y Manuel Pablo. Sin, embargo, esperemos que el brasileño se recuperé mejor de su lesión y pueda seguir siendo el mismo, y no le ocurra como a sus dos compañeros que han tenido que reciclarse para acatar roles de un perfil mucho más bajo del que tenían antes de sus respectivas lesiones.
0 comentarios:
Publicar un comentario