Pasan los días y todavía me sigo impresionando al recordar lo que sucedió el sábado en Riazor. Pocas veces, se le acumulan a uno tanto las emociones al ver un partido de fútbol como en este Depor-Athletic, ya que lo que ocurrió en La Coruña fue, para mí, verdaderamente emotivo. Todos tenemos nuestros gustos y nuestras predilecciones personales y Filipe era para mí una de mis apuestas favoritas y, quizás, por eso, uno siente más su lesión que si le hubiera ocurrido lo mismo a cualquier otro.
Sin embargo, no fue la lesión en sí lo que más me emocionó, sino la respuesta de sus compañeros, de Riazor y, sobre todo, la respuesta de Lotina: Primero, nada más darse cuenta del alcance de la lesión, aguantándose las lágrimas dentro del banquillo. Después, en rueda de prensa diciendo cosas que se suelen decir muchas veces por cumplir, pero que en este caso eran verdades como puños.
Lotina hubiera preferido perder no uno sino varios partidos con tal de seguir contando con Filipe. Como a todos los padres, a los entrenadores les cuesta reconocer cuál es su “hijo” preferido, pero ante esta situación, Lotina no dudo en señalar a Filipe y eso nos puede ayudar a ver un lado bonito del fútbol que normalmente no vemos: el de las relaciones de unión personal que surgen en los equipos y que, bajo mi punto de vista, ayudan a mejorar notoriamente los resultados.
En el apartado deportivo, el Depor pierde mucho más que un lateral izquierdo. Pierde a su mejor futbolista, con bastante diferencia. Pierde la posibilidad de jugar la Champions que debido a los renuncios del Sevilla empezaba a tomar fuerza. Perderá muchísimos puntos y puede que pierda su puesto en la Europa League, porque Filipe le daba un valor añadido a un equipo cumplidor en todos los sentidos, pero falto de improvisación y de imaginación, más allá de la banda izquierda.
Pero por lo que uno más lo siente es por el apartado personal, porque Filipe se perderá el mundial y porque estaba llamado a ser un jugador grande dentro de un equipo grande, y puede que tras la lesión los equipos de embergadura sean más reticentes a la hora de contratarle. Esperemos que la oportunidad no haya pasado para él y que vuelva a encontrar el nivelazo que ha exhibido en el último año, porque estoy seguro de que el Real Madrid y el Barcelona también sintieron mucho la lesión del sábado, puesto que su cláusula de rescisión para un jugador de su categoría se empezaba a antojar como una verdadera ganga.
Impresiona ver a un futbolista tan joven salir del hospital con esa entereza , pensando desde el primer minuto en la recuperación y con un optimismo que seguro que le hará reponerse mejor de lo sucedido. Entre sus compañeros encontrará seguro el apoyo que necesita y, además, claros ejemplos de superación como Valerón y Manuel Pablo. Sin, embargo, esperemos que el brasileño se recuperé mejor de su lesión y pueda seguir siendo el mismo, y no le ocurra como a sus dos compañeros que han tenido que reciclarse para acatar roles de un perfil mucho más bajo del que tenían antes de sus respectivas lesiones.
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